En el 74, mientras su disco homónimo no vendía gran cosa, lo
que si vendía mucho eran las entradas para los conciertos de KISS. El grupo
estaba constantemente de gira y de promoción y prácticamente siempre agotaban
las entradas. Si algo hacía KISS aparte de componer temazos, es dar unos shows
en directo acojonantes.
Ya he hablado anteriormente del shock rock, ese estilo
musical que se mueve entre el rock, el rock duro, el glam y el heavy metal pero
que siempre destaca por el espectáculo la teatralidad. Seguramente la primera
figura de este genero fue Screamin’ Jay Hawkins (Inolvidable interpretando I
Put a Spell On You en plan brujo voodoo), pero hay otros muchos pioneros
reseñables como Arthur Brown (con su mítica interpretación de Fire en Top Of
The Pops en el 68) y el siempre entrañable Screaming Lord Sutch del que ya hemos
hablado largo y tendido. KISS recogieron el testigo de todos estos, e
influenciados por la escena glam (muy en concreto por Slade), otro grande del
shock rock como Alice Cooper que para aquel entonces ya era una estrella
consagrada, y de bandas de la escena
proto punk con actitudes transgresoras y provocativas como New York Dolls,
hiceron un conglomerado de personalidades escénicas, maquillajes locos,
disfraces y actuaciones plagadas de efectos especiales que se convirtieron en
literalmente el ejemplo de manual de lo que significa el término shock rock.
Aunque no fuesen los primeros en hacer esta cosa, si que han sido hasta ahora
los que lo han hecho de manera más clara y más decididamente influyente. En un
concierto de KISS tienes a los miembros del grupo escupiendo fuego, sangre o
humo según el caso, gente volando, pirotecnias y fogonazos cada 5 minutos,
confeti a lo loco, espectáculo de luces y colores, y además ¡música de KISS!
¿Cómo se puede superar? Recomiendo echarle un vistazo a la primera aparición
televisiva de KISS en el 74 en el programa de Mike Douglas para hacerse a la
idea de lo transgresores que resultaban KISS en ese momento al menos en la
actitud. No tienen mucho que envidiar a cualquier blackmetalero noruego.
La cuestión es que ante el parón de ventas de su primer LP,
KISS tuvieron que a su vez parar de dar conciertos para grabar otro LP ese
mismo año a ver si levantaban la cosa, y de ese parón salió su segundo disco,
Hotter Than Hell, que de nuevo, es una jodida maravilla con temas como Got To
Choose, Parasite, Goin’ Blind, Hotter Than Hell, Let Me Go… ¡un no parar de
temazos!
Con semejante discazo debieron ya de petarlo ¿verdad?
Pues ¡no! De nuevo Hotter Than Hell funciono muy regular en ventas… ¿Qué
necesitan KISS para petarlo de una vez por todas? Pues la respuesta la
tendremos en 1975. Por ahora podemos conformarnos con disfrutar de dos discazos
como dos catedrales de grandes que nos han dado estos monstruos del rock.
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Fuente: Discogs |