La historia
de este disco es bastante compleja. En
un principio estaba Gerry Jimerfield (voz y guitarra) en una banda
llamada The Lords of London, Jimerfield se mezclo con otra banda llamada The
Pawns y se reunieron con unos productores que eran unos carcas de cuidado. Los
del grupo decidieron cambiar el nombre a la(s) banda(s) por The Jimerfield
Legend, pero los productores no querían que si Jimerfield, el frontman de la
banda, se iba, el nombre dejase de tener sentido (básicamente los productores
estaban obsesionados con esto) así que se llamaron simplemente The Legend.
Cuando llego el momento de grabar un disco los productores, que eran finos,
dijeron que nada de componer, que sacasen un disco de versiones de rock de
otros grupos grabadas además por los músicos del estudio. Vamos, que querían
unos maniquíes y ya (a juzgar por la portada parece que tenían en mente el
mercado de las quinceañeras así que no descartaría que estuviesen buscando unos
nuevos Monkees). El disco resultante (The Legend, 1968) despertó cero interés.
Un día otro productor les convenció de que dejasen grabar a los chiquillos sus
propias canciones, y así The Legend grabo este disco, “Dragonfly” un disco
discretillo pero que está bien, se deja escuchar. No obstante, de nuevo, los
productores, obsesionados por que pudiese haber algún cambio de integrantes en
el grupo decidieron editar el disco solo con el nombre “Dragonfly” sin poner el
nombre de la banda ni fotos ni nada. Lo cual ya roza el absurdo. Por eso mucha
gente hoy piensa que este disco es de una banda llamada Dragonfly. No hace
falta decir que sacar un álbum en el que no se sabe quién es el grupo
seguramente no haga mucho por conseguirle conciertos a tu grupo, así que en
poco tiempo la banda se fue a la bancarrota y se separaron.
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Fuente: Discogs |