El sexto disco del grupo canadiense, tiene gran parte de los ingredientes del heavy metal (hard/psychedelic rock, electric blues y jazz), pero poco masticados, dando lugar a un disco muy heterogéneo. Comenzando con el melocotonazo que da nombre al disco (American Woman) que tiene el sonido más duro y psicodélico, el resto lleva un rollo bastante más tranquilito, y más enganchado al blues y al jazz. Un disco muy disfrutable.
Fuente: Discogs |
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