14/11/20

Flower Travellin' Band, Saotori, 1971

 Lo primero es lo primero, este disco es una jodida obra maestra.

Ahora los detalles:

Tras un primer disco compuesto casi exclusivamente de versiones, y un ligero cambio en la formación del grupo, dejando Yuya Uchida la primera línea y dedicándose solo a la producción del álbum, y añadiendo al cantante (y actor, como el propio Uchida)  Joe Yamanaka para las voces, Flower Travelling Band se embarca en sacar su primer disco de material original, grabado a toda prisa (solo dos días), para poder salir al extranjero con un disco que presentar.

Y que discazo amigos.

Claramente la banda ha absorbido el sonido de Sabbath y lo ha digerido a la perfección. Con la guitarra pesada y grave a lo Iommi de Hideki Ishima, y la voz de Yamanaka con un timbre similar a la de Ozzy, crean un sonido cercano al de los de Birmigham, pero no se limitan a hacer una simple imitación, si no que fusionando todo lo anterior con ritmos orientales y canto de estilo tradicional japonés generan un estilo propio muy novedoso. El disco en realidad es como una sola canción dividida en partes de entre 5 y 10 minutos, con motivos musicales  que se repiten a lo largo de todo el disco y largos pasajes instrumentales creando un sonido único y fascinante. Este álbum está considerado por la crítica como uno de los mejores álbumes de rock/metal japonés de todos los tiempos, y recientemente ha sido versionado por The Claypool Lennon Delirium, el grupo de Less Claypool (Primus) y Sean Lennon, el hijo de John Lennon y Yoko Ono, que conocía la música de Flower Travelling Band debido a la amistad de Uchida con sus padres, lo cual no deja de ser bonito, ya que es debido a esta amistad con Lennon que Uchida conoció la música de Black Sabbath de primera mano en el 70, y de ahí que exista este disco. Es como el círculo que se cierra. Desde aquí  alzo mi lata de cerveza Trooper servida en vaso calavera por los Flower Travelling Band, y en especial por Uchida y Yamanaka, que nos dejaron en 2019 y 2011 respectivamente. Crom los tenga en su gloria.

Porcierto, la portada del ilustrador Shinobu Isimaro remata excelentemente el tono del LP, que en su edición original puede llegar a valer entre 100 y 300€

Fuente: Discogs


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