Quinto LP de estudio del mítico rockero español. No he
hablado de los otros cuatro porque no puedo estar en todo, ¿vale? Breve repaso
para ponernos al día:
Empieza a trabajar en unos grandes almacenes en la sección
de discos, escucha a Elvis y flipa y decide ser cantante de rock. Aunque no le
molaba mucho la idea, como en los sesenta ya se decía que el rock estaba muerto
y el twist era el nuevo rock (para que se lo recordéis al cuñao de turno que os
diga que el trap es el nuevo rock) empieza a sacar Ep’s y singles bajo el
nombre de Mike Rios el Rey del Twist con bastante éxito. En el 68 empieza a
sacar Lp’s ya como Miguel Ríos:
1968, Mira hacia ti: Ye ye.
1970, Despierta: Rock sinfónico muuuy sesentero. Incluye la
versión con letra del himno de la alegría que fue un pepinazo y lo puso en el
estrellato internacional.
1971, Unidos: Música hippie.
1974, Memorias de un ser humano: Primer disco de lo que se
conoce como la trilogía prog de Miguel Ríos, un gran disco con temazos como
“Desde Mi Ventana”. El disco no tiene tanto éxito de ventas pero Ríos ya es lo
suficientemente famoso para hacer lo que le apetezca.
1976, La huerta atómica… Que es el que nos ocupa hoy.
Estamos ante un LP de rock progresivo conceptual que
continua con el espíritu profundamente humanista que empezó a verse en Unidos y
Memorias De Un ser Humano (espíritu que en este siglo deshumanizante y
sintético de mierda que nos toca vivir es francamente refrescante). El álbum se
centra en la dualidad de la España rural con bases americanas y de la Otan, donde
tienes huertas y cazas Phantom F-4 a un paso de distancia. Se trata el tema ecologista,
anti Otan y anti disuasión nuclear (si amigos, aunque a día de hoy no lo
parezca, España era un país fuertemente “antiotanista”, ¡como han cambiado las
cosas!), el punto de vista del americano destinado en España, la “cooperación
internacional” bien entendida (entre el protagonista y las americanas “tipo
Marilyn” que andaban en torno a la base), el apocalipsis nuclear, temas de tipo
metafísico y de ciencia ficción y cierto mensaje cautelar. Un mensaje que no
puede estar más de actualidad, y que es muy universal y al mismo tiempo
profundamente español. Para mí un discazo como la copa de un pino, tiene todos
mis dieses (Miguel Ríos es como el cocido y los calcetines de lana, cuanto más
viejo me hago más los aprecio).
Como dato curioso, dos de las voces que aparecen
narrando cosas en el disco son una Jeanette y la otra Massiel. Toma
colaboración. |
Fuente: Discogs |
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