20/1/24

Dire Straits, Dire Straits, 1978

Hay muchos grupos que me estoy dejando fuera de esta recopilación y que seguramente son mucho más importantes e interesantes que otros que si estoy metiendo; Bruce Springsteen, Fleetwood Mac, las carreras en solitario de los Beatles… Yo qué sé. Muchos se quedan fuera porque simplemente no puedo abarcar todo y en algún sitio tengo que poner el corte, y trato de enfocarme en grupos de heavy metal, rock duro, grupos que representan una corriente del momento (psych, prog, funk, punk, etc), grupos que serán una influencia en el género, rarezas y ese tipo de cosas. Dire Straits podría entrar perfectamente en la categoría de grupos que me dejo fuera, pero no va a ser así. Principalmente porque es uno de los grupos más grandes de la historia del rock, una de las bandas más importantes y exitosas de los años 80, una de las bandas que más discos ha vendido en la historia (en torno a 120 millones de discos en todo el mundo) una de las bandas con un estilo más personal que siempre ha ido completamente a su bola independientemente de modas, que tiene a uno de los guitarristas más virtuosos y singulares, y porque además y sobre todo, ha sido mi banda preferida durante muchos años.

En una época bastante anti “rock estandar”, donde lo que no era punk era disco o new wave, Dire Straits aparece como una banda de rock con mucho de blues, folk, country y jazz, todo pasado por el singularísimo estilo de Knopfler con su forma de tocar la guitarra sin pua y con un sonido por lo general bastante limpio, su reconocible forma de cantar (casi más bien hablar) y sus letras que describen escenas y dramas de la vida cotidiana. Es raro pensar que con este escenario semejante banda pudiese tener éxito, pero curiosamente así fue y además ese éxito vino desde el primer momento gracias en particular a una canción que habla sobre una maravillosa banda de rock amateur que se come los mocos porque no es lo que los jóvenes del momento consideran “rock and roll”, nada más y nada menos que el temazo Sultans Of Swing. No sé qué es lo que hizo qué, en un momento que nadaban completamente a contracorriente de la moda, Dire Straits gozase de un notable éxito comercial desde su primer disco, quizás que el arte con mayúsculas está por encima de modas y que cuando un grupo de artistas se pone a hacer música honestamente y desde el corazón a la gente le llega… (o eso quiero pensar yo, llamadme romántico), pero sea como sea me alegro, porque este éxito inicial hizo posible una larga discografía repleta de discazos de entre los cuales, este primer LP homónimo es uno de los mejores. Lo mejor que puedo decir es que quien no lo haya escuchado a estas alturas que lo escuche y lo disfrute porque tiene mis dieses absolutos y máxima recomendación.

Fuente: Discogs


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