Octavo disco del granadino. Tras andar por terrenos progresivos con discos como La Huerta Atómica, y probar con el rock andaluz con Al-Andalus, llega este disco puramente rockero que anticipa lo que vendría luego (Rock And Roll Bumerang y sobre todo el mítico Rock And Ríos). El disco, en lo sonoro, anda entre el rock duro y el rock and roll, con espacio para sus baladas, y como pasa con los dos anteriores, temáticamente no puede ser más español y más de este momento de comienzos de la transición, con canciones sobre nostalgia, lo deshumanizante de las ciudades, tiempos duros, amores, pura exaltación del rock y la recientemente adquirida libertad, la heroína, y un fenómeno puramente de la transición, que es el intento de apropiación más o menos exitoso de la contracultura por parte de la clase política (ya se sabe “movida promovida por el ayuntamiento”), reflejado en la canción autobiográfica “Rock Pa’l Ministro”. Puro reflejo de un país y una época. En fin, un discazo como la copa de un pino, y se confirma que cuanto más viejo me hago más me gusta Miguel Ríos y el cocido. Tiene mis dieses totales.
Fuente: Discogs |
No hay comentarios:
Publicar un comentario