Cuarto disco de Black Sabbath y cuarta obra maestra. Un disco que pega un salto estilístico en comparación con los tres anteriores, menos demoníaco y más experimental, cambio que quizás deriva de que en esta época el grupo empezó a consumir literalmente kilos de cocaína (de hecho la oda a dicha sustancia que es la canción Snowblind, originalmente iba a dar título al disco). A estas alturas los Sabbath ya habían desembarcado en EEUU a lo grande y se habían instalado en una mansión de Bel Air para grabar su cuarto álbum a pensión completa, y la pensión completa básicamente incluia lo que se les ocurriese, incluyendo cantidades industriales de cocaína de sospechoso origen, lo cual acabo dejando a los cuatro chavales de Birmingham bastante deteriorados. Bastantes incidentes se dieron a lo largo del periodo que pasaron en Bel Air, incluyendo casi matar a Bill Ward tras gastarle una broma pintándole entero con pintura dorada en spray mientras estaba inconsciente y desnudo tras una borrachera, o que Ozzy, completamente paranoico, esnifase cantidades industriales de cocaína ante al imposibilidad de tirarla al váter (por estar este atascado con bolsas de maria) durante un ataque de pánico al imaginar que la policía venía a detenerles por posesión de drogas.
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| Fuente: Discogs |
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