Habíamos visto durante el 70 y 71 como tras un periodo sombrío, Mott The Hoople había ido sacando discos cada vez mas chulos, pero sin conseguir ningún éxito comercial. Bueno, esto cambió con su quinto álbum. David Bowie, que era fan de la banda, decidió echarles un cable componiéndoles una canción, ya que estaban al borde de la disolución. En aquel momento Bowie estaba en el proceso de composición del Ziggy Stardust, y les dio dos canciones a elegir, Sufragette City y All The Young Dudes, decidiendo el grupo quedarse con esta ultima, y la primera quedándose para el disco de Ziggy, aunque de hecho la letra de All The Young Dudes es parte del concepto del disco de Ziggy Stardust, que ya explique cuando hable de el hace unas semanas (Lo de “all the Young dudes carry the news” hace referencia al mensaje apocalíptico que Ziggy trae a la tierra, eso de que quedan solo cinco años para su destrucción). La cosa es que ese mensaje, fuera del contexto del Disco de Bowie se entendió como un mensaje generacional, un himno para los chavales de los 70 que ya no estaban interesados en los “Beatles y los Stones”. Una muestra más de como la juventud de los setenta aborrecía a la juventud hippy de los sesenta y como muchos estilos musicales que surgieron durante esta época lo hicieron como oposición directa a aquella otra época. Pero en fin, que me adelanto. La cosa es que con la canción de Bowie bajo del brazo Mott The Hoople se subieron al tren del Glam y grabaron un discazo, que comienza con una versión de Sweet Jane de Lou Reed y que a partir de ahí continua con otras 8 pistas de pura excelencia. El disco lo peto infinitamente, se convirtió, como comente antes, en un disco esencial para el glam y All The Young Dudes en un himno que ha sido versionado mogollón de veces. Aunque el grupo tampoco grabaría mucho más (en breve se cambiarían de nombre y en un poco más se disolverían) este LP les puso en el camino del éxito y en la historia. Espero que Bowie la navidad de 1972 recibiese un jamón como poco.
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