Segundo disco de la banda y un poco diferente al anterior, aquí se dejan un poco el rock duro y juegan con el tema del folk y la música sinfónica. El álbum empieza con “I Will Not Be Led” una canción MARAVILLOSA que debería ser un himno para todo aquel que se considere ateo, agnóstico o anticlerical. Después de este temón que pone los pelos de punta, y sin dejar tiempo para prepararse, viene una CHORRADA de canción medio country que es como un cubo de agua helada en toda la cara y me gozo cae en un pozo de profundidad insondable. El resto del disco no está tan mal (por ejemplo la última canción con clara intención de reinvindicación nacionalista escocesa está bastante guay) pero para mi no remonta el vuelo. Claramente con “I Will Not Be Led” extendieron un cheque que el resto del álbum no puede pagar. Aun así recomiendo escuchar I’ll not be led y tenerla muy en mente cada vez que oigáis a un obispo asomar la cabeza a decir que si las vacunas se hacen con fetos abortados y que vamos a ir todos al infierno o cosas así.
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| Fuente: Discogs |
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