29/1/23

David Bowie, Station To Station, 1976

 Décimo álbum de Bowie. Si en el Young Americans Bowie había explorado el solido del soul y del funk americano, tras un año viviendo en LA puesto hasta arriba de sustancias, acabo harto de el nuevo mundo y empezó a mirar al viejo continente, en concreto a Alemania. Se dejó influenciar por el krautrok y bandas como Kraftwerk y Neu! y sus sonidos electrónicos y repetitivos, para sacar este LP que es el punto medio entre el sonido soul/funk del anterior y el sonido más vanguardista alemán del siguiente (no en vano los tres siguientes discos de Bowie se conocen como la trilogía de Berlín). En esta época Bowie se sacó su ultimo alter ego, “El Delgado Duque Blanco” una especie de villano, medio fascista, vestido de blanco y negro, impoluto pero vacío, Bowie no se quedaría muy contento con este alter ego (quizás por eso no tuvo más) y posteriormente culpó de las idas de pinza del Duque Blanco a las montañas de farlopa que consumó durante esta época.

El disco en si es una maravilla, un discazo elegante como él solo pero oscuro, que mezcla el funk con el krautrock y el romanticismo con el ocultismo y la filosofía. Curiosamente es el primer disco de Bowie que al escucharlo por primera vez entero no había escuchado antes ninguna canción, con lo cual quizás no es su disco con más temas míticos, pero como disco es una obra de arte. Está considerado uno de los más importantes de su carrera y tiene mis dieses absolutos.

Fuente: Discogs


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