Sexto disco del grupo, tras el relativo fracaso de su anterior disco (banda sonora de su película), Slade se marchan a NY con al intención de conseguir tener éxito comercial en tierras americanas (habían tenido y mucho en europa, pero no allí). Así que tras un largo tiempo en EEUU tocando con bandas como Black Sabbath o ZZTop sacaron este disco con un sonido mucho más pop y soul, mucho más americano. Es un disco que rompe bastante con lo anterior, pero que es ameno, divertido y que está guay sin ser nada del otro mundo. Los fans de UK lo odiaron, y no vendió nada, lo consideraron una traición a sus raíces británicas, y en EEUU pues tampoco acabo de cuajar la verdad. Así que fue un poco desastre. Pero la banda en general considera que aquella experiencia fue un soplo de aire fresco para ellos y que les vino muy bien, así que genial, supongo.
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