Tercer disco de la banda. Tras un par de álbumes puramente excelentes, AC/DC tuvieron una crisis porque desde la discográfica estadounidense (Atlantic) les dijeron que no estaban nada satisfechos con Dirty Deeds y estuvieron a un pelo de romper el contrato. Angus y compañía, realmente enfadados con la discográfica se plantearon hacer un disco en plan, “se van a enterar”, y produjeron esta maravilla potentísima, furiosa y altamente guitarrera, bastante más agresiva que sus dos previos trabajos. El disco, de nuevo es pura gloria destilada, pero en él destacan principalmente el tema que da nombre al disco y Whole Lotta Rosie, dos temas que indiscutiblemente son insignia del grupo. El disco entró en el top 20 e incluso top 10 de ventas en medio mundo, menos en EEUU, donde no subió del puesto 150 (oh, que sorpresa… En fin. No se hizo la miel para la boca del asno), aunque lógicamente a día de hoy que ya son legendarios es disco multi platino.
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