23/7/23

David Bowie, Low, 1977

 Undécimo disco del artista. Tras la huida de Los Ángeles y de la vida de excesos y de consumo de cocaína que ahí llevaba, Bowie se refugió en Berlín para intentar reconducir su vida. Ahí su personalidad y sus intereses dieron un cambio notable y puso su atención sobre el krautrock y la incipiente música electrónica vanguardista que se estaba desarrollando en esos días. De aquí sale este primer disco de lo que se conoce como “La trilogía de Berlín”: Tres discos sacados en estrecha colaboración con Brian Eno y producidos por Tony Visconti. Este primer disco de la trilogía supone una ruptura brutal con todo el trabajo anterior de Bowie (aunque en Station To Station ya se veía venir) donde su sonido mucho más artístico y atmosférico incluye mucho sintetizador y trozos que casi parecen sacados de un videojuego de la época. El disco combina canciones de corte más típico, que tratan temas relacionados con el abuso de drogas y los años chungos de los que venía Bowie, con temas instrumentales experimentales muy evocadores inspirados por la música que compuso para la película The Man Who Fell To Earth, donde para mi destaca el tema Warszawa. En su momento, como todas las grandes obras de arte, fue un disco muy polarizante, muchos que esperaban el típico trabajo de Bowie se quedaron con el culo torcido, pero otros muchos supieron ver el valor artístico del disco por si solo indiferentemente de su anterior producción. Hoy en día está comúnmente considerado como uno de los grandes trabajos de Bowie, aunque siendo un artista tan polifacético, cada cual puede tener su “Bowie preferido” que duda cabe. En fin, Bowie siempre a la vanguardia e innovando, tiene mis dieses totales.

Fuente: Discogs


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