20/7/25

Ozzy Osbourne, Blizzard Of Ozz, 1980

Primer disco de Ozzy Osbourne, no se si decir en solitario, porque la idea era montar una banda llamada Blizzard Of Ozz, pero al final se quedo como nombre del disco un poco por como quedó el texto de tamaño en la portada. Este cambio raro entre “banda” y “cantante solista con banda” también causó muchos problemas legales porque el estatus de los integrantes de la agrupación no quedó muy claro, lo cual llevó a tramendos pleitos por la autoría y el pago de los derechos de autor, lo que en ultima instancia condujo a que en la edición en CD remasterizada de 2002 el bajo y la batería fuesen sustituidas por otras para no usar las que en su día grabaron Bob Daisley y Lee Kerslake y no tener que pagarles (y por eso siempre he dicho que mi cassette del Blizard Of Ozz suena mejor que el CD ¡Y me llamaron loco!). Hablando de integrantes del grupo, por cierto, señalar, obviamente, al nuevo y flamante guitarrista de la banda, que estaba apunto de convertirse en uno de los guitarristas más importantes de su generación y cuya carrera se vio truncada de manera trágica y absurda. Pero me estoy adelantando.

Tras ser despedido de Black Sabbath, Ozzy se encerró en un hotel a beber y a drogarse convencido de que su vida ya estaba acabada, hasta que por la puerta apareció Sharon Arden, hija de Don Arden, mandamás de Jet Records, que además también fué manager de Black Sabbath, aunque estos nunca a llegaron a estar dentro del sello Jet, no así Ozzy, que después de que Sharon le sacase del hoyo y le pusiese firme, le convenció para firmar con Jet Records y sacar un nuevo disco, con ella como manager. Para reclutar a su nueva banda, con la que Ozzy tenía la intención de competir contra Black Sabbath en popularidad, tiraron de veteranos, y se contó con los ex Uriah Heep, ex Rainbow, y Ex Deep Purple Lee Kerslake (batería), Bob Daisley (bajista y letrista, Ozzy siempre encarga a los bajistas que le escriban las letras), Don Airey (teclista) y como contraste, un joven guitarrista, recién salido de Quiet Riot, llamado, ahora si, y me quito el sombrero, el gran Randy Rhoads. Randy, de quien ya hable cuando tocó revisar sus dos primeros LPs, venia de un comienzo muy duro con su primer grupo y estaba buscando alguna oportunidad. Tocar en la banda de Ozzy no le emocionaba, pero su propia banda no iba a ninguna parte, así que fue a una audición (recomendado por Dana Strum, de Slaughter) a un estudio en Los Ángeles, donde un claramente borracho Ozzy Osbourne le admitió en el grupo con solo oírle hacer calentamientos con la guitarra. Tras varias peripecias (incluyendo ser detenido en UK y deportado de vuelta a EEUU por no haberle proporcionado Jet Records los permisos de trabajo) Randy se mudó a vivir a casa de Ozzy en Inglaterra con sus dos hijos y su entonces mujer Thelma (aun Ozzy no la había dejado por su manager, madre mía, pobre mujer, lo que tuvo que aguantar) y ya todos juntos se pusieron a grabar el álbum, compuesto en gran medida por Rhoads y Daisley, aunque Sharon, que la mayor parte del tiempo de la grabación se la pasó en Los Ángeles, dijera que habían aportado poco creativamente. Sin duda no se puede negar la aportación de Rhoads, ya que una parte de las melodías de Blizzard Of Ozz y del siguiente disco, Diary Of A Madman, de un modo u otro ya aparecían en parte de su trabajo con quiet Riot. La combinación del carisma de Ozzy, con el innovador y virtuoso estilo neoclásico de Rhoads y el saber hacer y la experiencia del resto del grupo, hicieron del disco un exitazo tremendo, multi disco de platino y que, para asombro de Osbourne, cumplió con sus expectativas de superar en popularidad a Black Sabbath (a quien les dedica la canción Goodbye To Romance) cosa que no se tomaron demasiado bien. El disco en sí, es un himno tras otro, I don’t Know, Crazy Train, Goodbay To Romance, Suicide Solution, Mr Crowley… Uno de los mejores discos de Osbourne, uno de los discos más míticos del heavy metal ochentero, un despliegue de guitarreo neoclásico espectacular y uno de los pocos trabajos que existen grabados de un máquina de la guitarra. Además de ser uno de los tres discos (siendo el otro Diary Of A Madman, y el otro Bark At The Moon)  que me prestó un amigo en la carrera (Ole tú Iván) y me metieron la pasión por el jevi en el cuerpo: Vinculación emocional máxima. Blizzard Of Ozz tiene mis dieses y recomendación.
Fuente: Discogs


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