Riot es uno de esos grupos de culto por excelencia, en la línea de Budgie o Pentagram. Grupos que nunca tuvieron un gran éxito comercial pero que tienen un sonido flipante y muy avanzado a su tiempo, y que si bien fuera de los círculos entendidos no los conoce casi nadie, si ves a alguien con una camiseta o un parche suyo, sabes que es alguien que sabe lo que es bueno. Este primer álbum de Riot es una caña tremenda que anticipa en un par de años el boom del sonido NWOBHM. Pura excelencia heavy metalera con temas míticos como Warrior que son puro deleite. Mención especial a la portada, obra de Steven Weiss (que creo que su obra gráfica se limita a las portadas de los cuatro primeros discos de Riot) en la que figura la mascota del grupo, el poderoso Tior, una especie de bárbaro musculoso con un hacha y cabeza de foca que de un modo u otro aparece en la portada de la mayoría de sus discos, y que es de lo más memorable. Riot tiene mis dieses.
Fuente: Discogs |
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